27.4.13

1. Introducción

El cannabis es la droga ilegal de uso más extendido en España. El análisis de las series temporales de las dos grandes encuestas sobre uso y consumo de drogas en nuestro país (Encuesta Domiciliaria sobre Abuso de Drogas en España y Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias), que la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas realiza, pone de manifiesto la tendencia claramente ascenente de su consumo, tendencia aún más acusada entre los jóvenes y los adolescentes. Los problemas derivados del consumo de cannabis afectan de una u otra manera al conjunto de la sociedad. Entre las consecuencias negativas de este consumo se encuentran el fracaso escolar, la desestructuración personal y social, los problemas laborales y, por supuesto, los problemas de salud. En el año 2004, un 24% de los estudiantes que contestaron la Encuesta Estatal sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias (ESTUDES), cuyos datos se recogen en el último Informe del Observatorio Español sobre Drogas, atribuían al consumo de cannabis pérdidas de memoria, un 15,8% dificultades para trabajar o estudiar, un 14,3% tristeza, ganas de no hacer nada o depresión, un 10% faltar a clase... Desde la creación del Plan Nacional sobre Drogas, la Administración General del Estado, los Planes Autonómicos de Drogas, la Administración Local y las asociaciones y organizaciones sociales han dedicado un importante esfuerzo a la prevención de las toxicomanías y a la atención a las personas con problemas de drogodependencias. La evaluación intermedia (2003) de los objetivos propuestos por la Estrategia Nacional sobre Drogas 2000-2008, revela resultados positivos. No obstante, la evaluación también pone de manifiesto que algunos programas y actividades no han logrado evitar un incremento en el consumo, sobre todo en el ámbito juvenil, de diferentes sustancias, singularmente, del consumo de cannabis.

Desde mediados de los años noventa, se comenzaron a percibir algunas señales de cambios en los patrones y en el tipo de sustancias consumidas que se han ido confirmando posteriormente. Del patrón de consumos marginales ligados a la heroína, se ha pasado a un patrón de uso recreativo, lúdico, de fin de semana y periodos vacacionales en el que predominan drogas como el alcohol, el cannabis, la cocaína y el éxtasis.

A pesar de los múltiples esfuerzos realizados desde distintos ámbitos, no se ha conseguido incrementar la percepción del riesgo de ese consumo, con las graves consecuencias que ello entraña. Debe añadirse, además, que se ha producido un incremento en la percepción de la accesibilidad a las drogas, de nuevo y sobre todo con relación al cannabis, de manera que en el año 2004 un 71,8% de los estudiantes consideraban que era fácil o muy fácil disponer de esta droga. El Plan de Acción 2005-2008, pretende dar un nuevo impulso para avanzar en la consecución de los objetivos de la Estrategia Nacional sobre Drogas. En cumplimiento de la acción número 27 de las contempladas en este Plan, la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas constituyó una Comisión Clínica cuyas principales funciones son realizar un seguimiento y actualización de la evolución del perfil de los consumos, analizar los efectos clínicos y toxicológicos en el corto y medio plazo, evaluar las diferentes estrategias terapéuticas y formular las recomendaciones pertinentes.
La Comisión Clinica de la Delegación del Gobierno ha abordado, en primer lugar, la elaboración y difusión de un documento actualizado sobre cannabis, con los últimos y más relevantes hallazgos científicos, dirigido a profesionales sanitarios, a todos aquellos que intervienen de una u otra forma en el campo de las adicciones (profesorado, trabajadores sociales, fuerzas y cuerpos de seguridad...), así como a los formadores de opinión. Este informe no pretende ser una revisión exhaustiva de todos los aspectos relacionados con el cannabis, sino una puesta al día de los más relevantes y controvertidos en la actualidad. Para ello, realiza una actualización de la situación epidemiológica del consumo de cannabis a nivel internacional y español, con especial énfasis en las características del consumo entre nuestra juventud y analizando distintos factores que pueden estar interviniendo en el mismo. Se revisa la hipótesis del consumo de cannabis como factor determinante («puerta de entrada») en el consumo de otras drogas y el papel fundamental que tiene la edad de inicio del consumo en la aparición posterior de efectos adversos. Tras una breve puesta al día de lo más significativos respecto a los efectos farmacológicos agudos, se hace hincapié en los efectos cognitivos y en el rendimiento psicomotor y su posible influencia en la conducción de vehículos.

Se revisan también los efectos relacionados con el consumo crónico del cannabis y las importantes repercusiones que puede tener sobre el rendimiento escolar. Se analiza uno de los temas más controvertidos, como es la relación entre este consumo y la aparición de adicción y otros trastornos mentales, especialmente en el caso de los jóvenes. Se presentan los últimos datos y pruebas sobre la presencia de comportamiento adictivo en relación con el cannabis (trastornos por abuso y dependencia), y se comentan las últimas investigaciones sobre la asociación entre este consumo y la aparición de psicosis, así como los aspectos más actuales sobre el tratamiento de la dependencia de esta sustancia. Se comentan los aspectos legales y, por último, se describe brevemente la situación actual de los posibles usos terapéuticos de los cannabinoides.

En la consideración del fenómeno que justifica este documento, la Comisión Clínica entiende que el hecho de que se constate una correlación entre el consumo de cannabis y la aparición de sintomatología bio-psicosocial está modulado por diversos factores que pueden facilitar o propiciar la aparición de dichos síntomas. Entre estos factores cabe destacar las diferentes modalidades, cuantías, frecuencias y escenarios en que se producen los consumos.

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